Chelsy Ditta Meza, de 26 años, se ganó la confianza de sus jefes, para quienes trabajó como empleada doméstica, y luego hurtó los objetos de valor.

Su captura, por parte de la Policía Metropolitana, volvió a encender las alarmas sobre qué tan rigurosos son los procesos de selección de estas trabajadoras en las empresas que ofrecen el servicio.

Según Hugo Acero, experto en seguridad, ante el interrogante de cómo saber si una firma que brinda este tipo de alternativas es confiable o no, se deben tener en cuenta sus años de funcionamiento, referencias que de ella se tienen, además de los documentos que la acrediten como tal y que esté aprobada por el Ministerio del Trabajo.

Manuel Becerra, representante de Galeta, una compañía que ofrece personal para servicios domésticos, dice que en la mayoría de los casos las mujeres que ellos tienen para laborar llegan por referencias de otras empleadas que ya han sido seleccionadas y que están trabajando con alguna familia.

“Aparte de esto –señala Becerra– se verifican los antecedentes familiares, laborales, personales y judiciales, además de realizar una visita domiciliaría”.

En esto coincide Gonzalo Ucar, responsable de operaciones del portal Hogaru.com (empresa que hace selección de personal para las labores del hogar).

Ahí, según Ucar, la selección es hecha por un grupo de psicólogas,quienes se encargan de averiguar mucho sobre el pasado y el presente de las aspirantes.

“Buscamos verificar en sus anteriores trabajos cómo fue su desempeño laboral y personal, para saber el grado de confiabilidad que podemos tener en ella, además de lo ya sabido como antecedentes judiciales y familiares”, agrega.

No obstante, las personas que hacen este trabajo tan preciado por las familias y solteros que trabajan fuera de casa no siempre cuentan con procesos rigurosos de selección y llegan a los hogares de extraños por recomendación de terceros.

Sin embargo, casos como el de Chelsy Ditta ponen en entredicho el desempeño de algunas de estas trabajadoras y estigmatiza al gremio compuesto en su mayoría por mujeres: según el Ministerio del Trabajo el 98 por ciento es de sexo femenino.

Elección se hace en casa

En muchas ocasiones, no basta con que una firma haga una selección rigurosa, sino que se debe hacer seguimiento al desempeño y comportamiento del empleado, pues es sabido que luego de que la empleada es ubicada y se gana la confianza de sus nuevos jefes es donde surgen los hurtos, como sucedió con Chelsy Ditta.

“En el caso de Galeta –dice Becerra– después de la contratación hay una garantía de dos meses para el cliente y se le explica que si la persona seleccionada le renuncia o quiere prescindir de ella se le suministra otra sin ningún costo”.

Sin embargo, Becerra advierte que los procesos de selección no pueden garantizar una candidata 100 por ciento buena o predecir lo qué hará en el futuro y reiteró que la empresa que diga que no ha tenido problemas en algún momento por la selección de su personal está mintiendo.

En el caso de Hogaru.com, cuando la familia contrata a la empleada el proceso y la responsabilidad de ellos termina ahí.

“Pocas veces le hacemos seguimiento, por falta de tiempo”, reconoce Ucar.

“En general, en este negocio se vende es confiabilidad y en nuestra página web ponemos nuestra hoja de vida, decimos de dónde somos y cómo trabajamos, eso es importante para ser reconocida como una compañía de confianza”, señala Becerra.

“Hay una entidad que nos regula y es el Ministerio del Trabajo, y ellos hacen una serie de controles que nos acreditan como una empresa confiable. Hay una normatividad en los procesos de selección que nosotros cumplimos y que el cliente debe conocer, y que toda empresa debe tener para ser confiable”, agrega Ucar.

En otro punto en el que coinciden estas dos empresas y el experto en seguridad es en el que los nuevos jefes no deben brindarle confianza a la empleada desde el primer momento en que llega a la casa, sino que deben ganársela con el paso de los días.

Otra recomendación es no dejar a la mano objetos de mucho valory que sean fáciles de hurtar, porque como dice Becerra, “la ocasión hace al ladrón”.

Así cayó la ‘Barbie morena’

La pista que llevó a los investigadores de la oficina de contraatracos de la Sijín para dar con el paradero de Chelsy Ditta, de 26 años, fue la oficina de giros ubicada en el barrio Molinos (Tunjuelito), desde donde enviaba dinero a su casa materna, ubicada en el municipio de El Paso (Cesar). Uno de los investigadores relató que revisando los casos reportados como delitos por abuso de confianza, encontraron que había una mujer que tenía 6 denuncias.

Una de las víctimas se acercó hasta la Sijín y así empezaron a armar el rompecabezas. Lo primero que hicieron fue rastrear su perfil en Facebook, para obtener una foto de ella, estando en ese proceso aparecieron más víctimas que aportaron las hojas de vida que dejaba en los trabajos, la mayoría de ellos ubicados en Chapinero, Teusaquillo y Usaquén y así dieron con su paradero. Se logró establecer que ella llegó a trabajar a algunas casas por intermedio de empresas que ofrecen el servicio de empleadas domesticas, señaló el investigador.

Una de las estrategias que Chelsy utilizaba para ganarse la confianza de sus jefes era prometer ser la mejor empleada doméstica y en menos de dos días se hurtaba las cosas de valor y el dinero.

La ‘Barbie morena’ como era conocida, le decía a su familia que era una exitosa universitaria que trabaja como modelo, para justificar el dinero que enviaba y los gustos que se daba, pues según la investigación era la propietaria de un carro rojo modelo 2014. Ditta fue llevada ante un juez que le dictó medida de aseguramiento por hurto agravado y calificado.

Esto sugieren los expertos

Hugo Acero, experto en seguridad, señaló que a la hora de contratar el servicio doméstico hay que verificar que la empresa que selecciona este tipo de personal tenga experiencia y cumpla con el papeleo que exige el Mintrabajo.

Otra recomendación es que el nuevo jefe consulte por su cuenta los antecedentes judiciales de su empleada en la página web de la Policía, con la cédula del aspirante.

No está de más conocer de su trayectoria y no confiar plenamente en la primera empleada que le envíen. Para ello puede llamar a las referencias laborales de anteriores empleadores y saber por qué se retiró.