De presentarse un fenómeno del Niño (sequía) entre octubre y noviembre de este año, 30 de los 32 departamentos del país tendrían afectaciones y sufrirían una disminución en las lluvias regulares del segundo semestre.

El déficit de precipitaciones sería en todo el país, en los 32 departamentos, si ese evento de variabilidad climática alcanza su madurez en el primer trimestre del 2015.

Así lo planteó el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), luego de que la entidad anunciara, la semana pasada, que de presentarse un fenómeno del Niño, este sería débil. Pero esa debilidad no anula la vulnerabilidad del territorio. “Un Niño débil puede producir un grave desabastecimiento de agua. Además, porque si llega, coincidirá con los tres primeros meses del 2015, que son muy secos”, explicó Ómar Franco, director del Ideam.

La probabilidad de que se presente supera el 60 por ciento. Simultáneamente a su desarrollo, el país enfrenta ahora la llegada de la segunda temporada de lluvias, que irá hasta diciembre en las regiones Andina y Pacífica, y hasta finales de noviembre en el Caribe y la Orinoquia. “Pero la población no debe pensar que, como lloverá, entonces no habrá Niño. Debe prepararse, un tema no anula al otro”, agregó Franco.