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¿Qué hacer con los hipopótamos de Pablo Escobar?

BBC Mundo  |  21 de mayo de 2014 (00:17 h.)
Hipopotamos de Escobar

Vecinos de la hoy hacienda Nápoles no saben qué hacer con 50 hipopótamos que en su momento Pablo Escobar trajo a Colombia.

Escobar hizo trasladar toda una serie de animales a su Hacienda Nápoles, cerca del río Magdalena, en el departamento de Antioquia.

Tras la muerte del capo del narcotráfico, la Dirección Nacional de Estupefacientes colombiana incautó los bienes de Escobar e hizo entrega de los animales a otros zoológicos, pero a los hipopótamos los dejaron allí. Desde entonces, los animales se han reproducido de forma exponencial y se han convertido en un dolor de cabeza sobre el que ambientalistas y autoridades de la zona quieren llamar la atención.

Si bien el problema no es nuevo, la necesidad de solucionarlo sí es cada vez más urgente. La pregunta que surge es: ¿qué se puede hacer con los hipopótamos de Pablo Escobar? BBC Mundo se la planteó a varios expertos.

Donación a otras entidades de cuidado de animales

Los hipopótamos no son animales nativos de América Latina. Lo que empezó siendo una pareja, se ha multiplicado y ahora rondan por las cercanías de la Hacienda Nápoles sin grandes sobresaltos para su apacible vida.

Devolverlos a entidades que estén en zonas más habituales para ellos, es una opción, pero no porque los hipopótamos estén desadaptados o en peligro por estar donde están, sino que son ellos los que suponen un peligro para el entorno.

Como le dice a BBC Mundo David Echeverri, biólogo que trabaja en la Corporación Autónoma Regional de las cuencas del río Negro y Nare (Cornare), "estos hipopótamos no tienen estrés por alimento porque están rodeados de comida, no tienen estrés climático ni depredadores que los amenacen, están tranquilos".

Se han realizado numerosos intentos para trasladar a los mamíferos semiacuáticos a zoológicos o entidades del país o del extranjero, sin éxito.

"Esa sería la opción ideal", asegura Carlos Valderrama, veterinario de Webconserva.

"Desde 2005 hemos estado intentando buscarles sitio de reubicación, pero nadie nos recibe fuera ni dentro del país", explica Valderrama en conversación con BBC Mundo. "Son animales sumamente agresivos, su manejo y mantenimiento no es fácil, hay riesgo para los operarios y su alimentacion es muy costosa".

Germán Andrade, subdirector del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, añade que en otras partes del mundo no hay demanda de estos animales porque no están en peligro de extinción.

"Los costos de traslado son grandísimos", señala, "y las acciones para intentar capturarlos no están 100% garantizadas, no es una solución muy eficiente".

Para David Echeverri, de Cornare, una posiblidad parecida a la de entregarlos a un zoológoco es "conseguir recursos para construir un cautiverio controlado en el que podamos manejar un número de individuos, encargárselos a una entidad, ubicarlos en un hábitat controlado".

Esterilización

Otra posibilidad es esterilizar a los hipopótamos para que no continúen multiplicándose sin control.

Germán Andrade, del Instituto Humboldt, opina que esto sólo serviría para contener el aumento del problema pero no solucionaría el riesgo que suponen los que ya están.

Además, el proceso de castración implica un trabajo y unos costos que complican que sea una acción factible.

Esteban Payan, Director Regional del Prorgrama del Jaguar del norte de Sudamérica para Panthera, organización de conservación de felinos salvajes, expone que dormir con anestesia a cada uno de ellos para hacer el procedimiento cuesta una enorme cantidad de dinero, y además, "hay más del 50% de posiblidades de que el animal muera".

"No hay plata y si la hubiera no se debería dedicar a los hipopótamos porque no pertenecen a la fauna autóctona", le responde Payan a BBC Mundo.

En esta misma línea se expresa el veterinario Carlos Valderrama, quien recuerda que estos animales son consecuencia de un capricho de Pablo Escobar de tener una colección privada. "¿Qué tan responsable es invertir una gran cantidad de dinero en 50 animales que no deben estar acá?", pregunta.

Sin olvidar todos los riesgos que esto supone, para los seres humanos y para los propios animales.

"Los hipopótamos son difíciles de capturar debido a su tamaño, el manejo de los animales es difícil y no garantiza la supervivencia del animal porque mueren fácilmente bajo anestesia por su tamaño.

"Son sensibles a la anestesia, pueden sufrir colapsos del sistema respiratorio, cuando se asustan salen corriendo al agua, y se pueden ahogar si van al agua con el efecto de la anestesia", sostiene Valderrama.

Eutanasia

Finalmente, la tercera opción, y más plausible, es el sacrificio o eutanasia de los animales. Sin embargo, nadie parece dispuesto a tomar esta decisión.

En 2009, la persecución y posterior muerte de un hipopótamo conocido como Pepe, que rondaba en las cercanías de la hacienda, causó gran indignación nacional más allá de la población ambientalista del país.

Y es que la reacción de la opinión pública es muy temida por los responsables relacionados con este dilema. Basta recordar el escándalo mundial que generó el sacrificio de la jirafa Marius en el zoológico de Copenhague el pasado febrero.

"Todas las entidades internacionales que hemos consultado (Fundación Disney, WWF, expertos sudafricanos que vinieron en 2010)", comenta David Echeverri, de Cornare "dicen que tenemos un problema grave, una bomba de tiempo, y que la solución es aplicar la eutanasia a todos los animales.

"Nosotros no queremos ser tan facilistas y dar esa imagen al mundo, menos con un animal tan carismático. El país está en proceso de cambio ante el mundo, no queremos dar un titular así en la prensa mundial", defiende Echeverri.

El carisma del hipopótamo es algo en lo que coinciden todos los expertos con los que habló BBC Mundo, y también todos ellos coinciden en aclarar que el hipopótamo es un animal agresivo, territorial, más rápido de lo que parece y muy peligroso para los pobladores ribereños.

Los que viven en la ciudad, reconoce Germán Andrade, subdirector del Instituto Humboldt, tienen una percepción distinta.

"La población urbana que nos hemos acostumbrado a ver los animales en televisión no conocemos los riesgos ni sus ecosistemas y reaccionamos con horror cuando el animal es entrañable", le dice a BBC Mundo. "Si fuera un cocodrilo, no habría la misma reacción. Es una posición injusta frente al riesgo en que está la vida de los pobladores locales"

Esteban Payan, de Panther, subraya que estos hipopoótamos han atacado a pescadores, aunque afortunadamente todavía no han causado víctimas mortales en seres humanos. "En Áfrcia son más peligrosos que el búfalo o que el león", precisa Payan, "y cerca de Hacienda Nápoles ha habido terneros muertos por hipopótamos".

"Se ven como animales tiernos, como un peluche, gorditos, rechonchos", prosigue a su vez Carlos Valderrama, veterinario de webconserva.

"Todos trabajamos en la conservación de la fauna silvestre, a nadie nos gusta sacrificar animales. Desafortunamdante, es la decisión más viable".

Sin embargo, David Echeverri, de Cornare, prefiere seguir tanteando otras opciones, si bien reconoce que el ambiente preelectoral que vive Colombia no facilita que se aprueben nuevos proyectos ni se liberen los recursos necesarios.

"No queremos soluciones drásticas ni buscar soluciones facilistas", concluye Echeverri. "La eutanasia será una opción que contemplaremos pero antes hay que agotar todas las opciones posibles".