La Policía está cada vez más segura de que al menos tres de los petardos que han estallado en las últimas cinco semanas en Bogotá son de autoría del Ejército de Liberación Nacional (Eln).

Este jueves, tras el más reciente atentado, en el barrio Quiroga (Rafael Uribe Uribe), que dejó un saldo de al menos siete personas heridas, el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Humberto Guatibonza, aseguró que “las explosiones tienen similitud a algunas que el Eln ha hecho” en el pasado.

Llama la atención que ahora sea esa guerrilla el grupo subversivo que está en la mira de las autoridades, pese a que por lo general sus acciones delictivas no se concentran en la ciudad y a que otras de las hipótesis apuntaban a retaliaciones de bandas que manejan el microtráfico contra la Policía, y a extorsiones. ¿Qué lleva a las autoridades a pensar, entonces, que el Eln esté implicado?

Expertos coinciden en que, de ser cierto, el Eln estaría mostrando la reactivación de células que habían existido en Bogotá, utilizando además una plataforma como la capital para hacerse notar y llamar la atención de nuevo sobre el hecho de que ellos no tienen mesa de negociación.

1. Semejanzas entre atentados

El primer signo tiene que ver con las acciones que la guerrilla ha puesto en marcha en otras regiones del país. “Los sistemas de ignición, la forma de colocar los explosivos tienen mucha similitud con otros que ha puesto en otras partes del país el Eln”, precisó Guatibonza.

A esto se suman las horas en las que se están activando las cargas: muy temprano o de noche. El de La Macarena, por ejemplo, fue comenzando el día, tal y como fue el de Teusaquillo, frente a una entidad bancaria, el pasado viernes 6 de marzo, que se produjo a eso de las 5 a. m. En cambio, el petardo que arrojaronfrente a un parqueadero en la localidad de Engativá, el 2 de marzo, fue en la noche.

Según Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), el hecho de que exista este comportamiento para activarlos tendría que ver con el ánimo de que la población civil no resulte tan afectada. “Son solo indicios, y no es suficiente para asignarles responsabilidad, pero es cierto que son similares. Usualmente, los atentados terroristas buscan afectar a la Fuerza Pública y no a la población civil, y a esas horas es cuando baja el riesgo”, explicó.

2. Dirigidos a la Fuerza Pública

El segundo elemento que podría explicar por qué toma fuerza la hipótesis de que el Eln tiene que ver con los petardos es que dos de ellos iban a ser activados en cercanías a las instalaciones de la Policía.

El del jueves lo pusieron en inmediaciones de la estación de una base de la fuerza disponible, y dejó cinco uniformados heridos –ninguno de gravedad–. Los otros artefactos pretendían activarlos en La Macarena, pero finalmente fueron detonados de manera controlada por la Policía, justo en el sitio donde habitualmente se ubica un CAI móvil.

“Estos terroristas, esas ratas, atentan contra la Policía Nacional, que está cumpliendo con su deber”, dijo este jueves Guatibonza en el sur de Bogotá.

Ambos tienen características similares, según antiexplosivos; entre ellas, que tenían metralla.

Pero ¿para qué? Expertos coinciden en que si esta guerrilla efectivamente está actuando en la ciudad, esto les ayudaría a tener una plataforma para hacerse visibles, pues es aquí donde hay un mayor efecto mediático.

Algo similar pasó a mediados del año pasado, cuando la guerrilla confirmó que era autora del atentado contra un CAI ubicado en inmediaciones del parque Lourdes, en Chapinero, que, así como ahora, dejó dos uniformados heridos; esto, a pocos días de cumplirse 50 años de existencia de esa milicia.

“Tiene una dimensión de mayor cubrimiento mediático, en la medida en que se da en Bogotá, porque son hechos que han pasado durante los 50 años de conflicto en zonas muy alejadas”, explicó Eduardo Celis, experto en el conflicto armado de la Fundación Paz y Reconciliación.

3. Hay células vigentes

Pese a que para el experto Eduardo Celis señalar al Eln como autor de los atentados es “delicado”, precisa que, contrariamente a lo que algunos creen, la guerrilla sí tiene capacidad de acción. “Puede ser uno de los autores en la medida en que está tensionando el conflicto y no hay una mesa con ellos. Puede ser una hipótesis (...). Se le ha señalado como responsable y el Eln no ha dicho que no”, señaló.

Incluso, el más reciente informe del Cerac sobre el panorama de la guerrilla evidencia que mantiene la ofensiva en diferentes regiones del país. Una de las conclusiones es que, entre el 2012 y el 2013, aumentaron los enfrentamientos con la Fuerza Pública en casi un 150 por ciento: de 13 a 40 combates. “Hay que recordar que las células tanto de las Farc como del Eln, en el pasado, se han reactivado y hacen este tipo de atentados”, agregó Jorge Restrepo.

Conocedores en temas de conflicto aseguran que la quema de buses que también se ha registrado en los últimos días podría estar asociada con manos criminales.

La hipótesis de que otras de las explosiones, como la de Kennedy, en una tienda de frutas y verduras, hayan sido por extorsión ha ido perdiendo validez, pues es común que se intimide a los ciudadanos con mensajes, llamadas e incluso granadas, pero no con petardos.