El coordinador de las Naciones Unidas en Colombia, Fabrizio Hochschild, advirtió al Gobierno de que estigmatizar las protestas agrarias que comenzaron hoy en el país sólo puede derivar en un incremento de los hechos de violencia.
Hochschild hizo esta recomendación ante periodistas durante la primera jornada de una huelga del sector agrario que está convocada de manera indefinida y que responde al malestar de los campesinos por la supuesta desatención del Gobierno a sus necesidades después del paro de agosto pasado y de los acuerdos contraídos entonces.
"Es muy importante que esos paros se lleven a cabo sin violencia, y es muy importante para evitarla que se deje de estigmatizar el paro, que se deje de estigmatizar las protestas, que se deje de tratar las protestas como si fueran una extensión de la guerrilla, eso no ayuda a nada", afirmó Hochschild.
El oficial de Naciones Unidas se refirió así a las advertencias del Gobierno sobre la infiltración de guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la organización de las marchas. Incluso el Ministerio de Defensa divulgó hoy dos folletos en los que el grupo rebelde supuestamente adoctrina a los participantes.
Hochschild argumentó que "en ningún país del mundo se puede decir que el 100 % de la gente que va a una protesta o un paro tienen siempre intenciones muy puras, pero por eso no se debe estigmatizar ni tratar de parar la manifestación".
"Lo mejor, tanto del Gobierno y los responsables de mantener el orden público, es mantener una retórica conciliadora, orientada a mantener las condiciones en paz, eso es muy importante", afirmó.
En cualquier caso, el representante de la ONU planteó que estas protestas están justificadas en parte porque "en Colombia, y el Gobierno lo reconoce, ha habido décadas de negligencia en lo que se refiere a una política agraria, sobre todo para los campesinos más excluidos, más pobres, es una deuda del Estado de hace mucho tiempo".
En las anteriores huelgas agrarias de agosto la ONU jugó un papel de acompañamiento para garantizar el respeto a los derechos humanos en los disturbios entre manifestantes y miembros de la fuerza pública y también para velar por el repliegue de los bloqueos.
En esta ocasión, las autoridades han anunciado que no permitirán el bloqueo de vías y estarán alerta de cualquier posible infiltración.
