00:00 h. martes, 23 de abril de 2024

Proceso de paz: los pasos hacia el fin del conflicto en Colombia

El Tiempo  |  15 de marzo de 2015 (03:05 h.)
Militares

Cese unilateral y suspensión de bombardeos marcan el camino hacía un cese bilateral definitivo.

Claramente, la suspensión de los bombardeos contra las Farc, pensada como una de las fases finales del desescalamiento militar con esta guerrilla por la ventaja estratégica que le han dado al Estado, ocurrió más pronto de lo que el país esperaba. Solo dos meses y medio después de que el grupo armado entró en un cese unilateral e indefinido del fuego, el 20 de diciembre pasado.

En buena parte, porque, según le revela a EL TIEMPO el hombre de la estrategia de negociación con las Farc, Sergio Jaramillo, “el encuentro entre comandantes militares y jefes guerrilleros creó un nuevo clima en el proceso de paz”.

También ayudó, por supuesto, el hecho de que las Farc han cumplido las condiciones que puso el Gobierno. Había supeditado el cese de los bombardeos a que esa guerrilla diera pasos para disminuir el impacto de la guerra sobre los civiles y el país y, al tiempo, que mostrara disposición para avanzar en la agenda de negociación.

Y las Farc han dado pasos. Antes de lograr la suspensión de la estrategia militar que más temen –los bombardeos de sus campamentos–, se la jugaron por mantener el cese del fuego unilateral a pesar de las provocaciones militares que denunciaron. Incluso, a pesar de la muerte del jefe del frente 57 e integrante del estado mayor, ‘Gilberto Becerro’, en un ataque de las Fuerzas Armadas en Chocó, el lunes.

Además, se comprometieron a terminar con el reclutamiento de menores de 17 años y alcanzaron con el Gobierno un acuerdo de desminado, que incluye un mapeo de los lugares del territorio donde han sembrado los explosivos.

Si bien el trabajo para liberar de minas los sitios más peligrosos apenas va a comenzar, el impacto del cese unilateral del fuego ya es contundente.

Para poner solo un ejemplo, según el Ministerio de Minas y Energía, durante el primer mes de este año la producción de petróleo alcanzó 1’034.500 barriles diarios en promedio, una de las cifras más altas en la historia energética del país. Y un factor decisivo para lograr estos resultados fue el fin de los atentados de las Farc a la infraestructura petrolera.

El año pasado, en cambio, los ataques guerrilleros redujeron la producción de crudo en 25.000 barriles diarios en promedio, según datos de la industria minera. Para el país esto significó pérdidas por unos 821 millones de dólares.

Es decir, las Farc han cumplido el compromiso de cesar sus ataques a la población civil y a la infraestructura y el Gobierno responde con un gesto sin precedentes en los dos años y medio de negociación: la suspensión de los bombardeos. Inicialmente por un mes, pero con posibilidad de prórroga si esa guerrilla sigue cumpliendo el cese del fuego unilateral.

Vencer temores

Ocurrida la suspensión de los bombardeos, la pregunta es: ¿qué falta para un cese bilateral y definitivo del fuego con las Farc? La respuesta tiene dos dimensiones. La primera está relacionada con más avances en el desescalamiento humanitario de la guerra. Es decir, la reducción de su impacto sobre los civiles. La expectativa del Gobierno es que la guerrilla redondee su primer gesto con los menores en el conflicto entregando a los que tiene en sus filas.

Además, debería sumar al mapa de los sitios que ha sembrado con explosivos el de los lugares donde están enterrados los restos de secuestrados que perdieron la vida en cautiverio y de militares muertos en combate cuyos cuerpos no pudieron ser recuperados por las Fuerzas Armadas.

Simultáneamente, al Gobierno le correspondería mostrar resultados en el hallazgo de restos de desaparecidos, algo en lo que ya trabaja la Comisión de Búsqueda.

La segunda dimensión es el desescalamiento militar. Y ahí las Farc tienen que mostrar su decisión rotunda de transitar del cese unilateral indefinido del fuego, en el que están hoy, al cese bilateral definitivo. Esto es lo que pondría punto final a la guerra, lo que naturalmente asusta a la guerrilla.

En otras palabras, lo que falta para un cese bilateral definitivo del fuego es lo que se demoren las Farc para vencer sus temores.

Algo que resulta de ayuda para que esto ocurra es que el proceso de paz ha logrado una dinámica que difícilmente una de las partes negociadoras estaría dispuesta a romper, por los costos políticos que tendría.

La muestra es que, al cesar unilateralmente el fuego, las Farc dejaron en manos del Gobierno el movimiento de la siguiente ficha para hacer avanzar las negociaciones. Y ahora, al suspender los bombardeos, el presidente Juan Manuel Santos pone esa responsabilidad en manos del grupo guerrillero.

Para las Farc, el fin de los bombardeos es en la práctica, como dice un experto en estrategia militar, “dormir más tranquilas”, sin el temor a ser atacadas en cualquier momento desde el aire.

No es difícil imaginar entonces que querrán que esta decisión se prorrogue. En consecuencia, estarán dispuestas a hacer lo posible para respetar el cese del fuego unilateral.

Mientras, deberían avanzar las negociaciones en la mesa de La Habana y las propuestas de la subcomisión de comandantes militares y jefes guerrilleros sobre la manera como se harían la concentración de tropas, la verificación de un cese del fuego bilateral y la dejación de las armas.

Si para los militares la condición fundamental es que las Farc dejen sus armas, y esta guerrilla ha ratificado que no hará política con armas, la diferencia entre las partes está apenas en cómo y cuándo dejarlas.

Mejora el clima político

Vistos en conjunto, los hechos y las circunstancias en que se desarrolla el proceso de paz indican que se avanza hacia el fin del conflicto con las Farc.

Esto, a la vez, ha provocado un nuevo ambiente político en torno a la negociación con esta guerrilla. Lo demuestra la adhesión de dos de sus críticos a la Comisión Asesora de Paz anunciada esta semana por el presidente Santos: el expresidente Andrés Pastrana y la excandidata presidencial conservadora Marta Lucía Ramírez.

Incluso el procurador Alejandro Ordóñez, cuyos reparos al proceso de paz han sido persistentes, se reunió el viernes con Santos y ha estado promoviendo un pacto por la paz.

No es descartable tampoco, que el opositor de opositores, el senador Álvaro Uribe, y su partido, el Centro Democrático,moderen sus cuestionamientos a la negociación con las Farc ante los avances que muestra. Una de sus principales críticas era que se desarrollaba en medio de las balas, y ese argumento se diluye con el incuestionable desescalamiento de la guerra.

Y por lo menos hoy, todo indica que el cese unilateral del fuego que las Farc comenzaron el 20 de diciembre del 2014 podría pasar a la historia como el comienzo del fin del conflicto armado con esta guerrilla, que se ha prolongado por medio siglo y le ha costado al país al menos 218.000 muertes.

Cuatro hechos de desescalamiento en dos meses y medio

1. 20 de diciembre 2014

Dos años y un mes después de iniciada la negociación de paz, las Farc comienzan un cese unilateral e indefinido del fuego, hoy vigente. El golpe más fuerte para esta guerrilla en medio del cese unilateral ha sido la muerte del jefe del frente 57, ‘Becerro’, el 8 de marzo. Llevaba 36 años en las Farc.

2. 12 de febrero del 2015

En medio del proceso de desescalamiento de las acciones de guerra que afectan a los civiles, las Farc anuncian el fin del reclutamiento de menores de 17 años. Hasta ese momento, según dicen, reclutaban a partir de los 15 años. Sin embargo, niños de menos de 15 han entrado a sus filas.

3. 28 de febrero del 2015

El Gobierno y las Farc anuncian un acuerdo de desminado de los territorios más afectados por explosivos. Guerrilleros vestidos de civil y sin armas harán parte del mapeo de los sitios. La organización Ayuda Popular Noruega (APN) coordinará tanto este proceso como la desactivación de explosivos.

4. 10 de marzo del 2015

El presidente Juan Manuel Santos anuncia la suspensión de los bombardeos contra las Farc por un mes. Explica que al cabo de este tiempo evaluará el cumplimiento del cese unilateral e indefinido del fuego de esta guerrilla y a que a partir de los resultados decidirá si mantiene la medida.

Santos reveló detalles del diálogo que sostuvo con el procurador Ordóñez

El presidente Juan Manuel Santos contó ayer en Neiva (Huila), durante un consejo regional de ministros, detalles del buen clima que caracterizó el diálogo con el procurador Alejandro Ordóñez, el viernes, en la Casa de Nariño.

Santos señaló que en el marco de un “diálogo franco” le manifestó al jefe del Ministerio Público que se estaba extralimitado en sus funciones.

Concretamente: “No tiene por qué estar haciendo ‘lobby’ en los congresos de países en el exterior, ni mandando cartas a los senadores norteamericanos sobre aspectos de la política colombiana”.

“Le dije que eso les corresponde a la Ministra de Relaciones Exteriores y al Presidente de la República”, enfatizó.

También le recordó que quien tenía bajo su responsabilidad “conducir el proceso de paz era el Presidente de la República”.

Ordóñez entregó en esa reunión 45 preguntas sobre el proceso de La Habana.

El mandatario le explicó que “apreciaba mucho su contribución y sus observaciones, que siempre son bienvenidas”, pero advirtió que varias de ellas “no estaban basadas en hechos reales”.

Por último, Santos agradeció al Procurador el aporte que hace a la paz y dijo que entre los dos quedó el compromiso de trabajar juntos y de comunicarse permanentemente.

MARISOL GÓMEZ GIRALDO
En Twitter: @MarisolGmezG