El Real Madrid afrontaba una situación bastante atípica en los últimos años: jugar sin Cristiano Ronaldo. El portugués cumplía ante la Real Sociedad el primero de sus dos partidos de sanción por su acto de agresión en Córdoba y los blancos luchaban sin su máxima estrella por mantener el liderato una semana más. Illarramendi entraba en el once de Ancelotti, dejando a Bale y Benzema como referencias en el ataque.

Lo que no fue tan atípico, y más bien se está convirtiendo en un vicio bastante habitual, fue el arranque del partido para el conjunto merengue. De nuevo un despiste, de nuevo un gol en el primer minuto de juego, cuando la gente aún se acomodaba en su asiento, ponía el encuentro cuesta arriba para el Madrid. Si en Córdoba llegaba tras un error de Ramos al cometer penalti con la mano, el fallo ante la Real llegaría en un saque de esquina, ese talón de Aquiles que persigue a los blancos y que hoy volvía a castigarles. El autor del gol fue Elustondo, entrando sólo al segundo palo tras un gran centro de Rubén Pardo.

Al contrario que la semana pasada, el cuadro de Ancelotti supo reaccionar de manera inmediata al varapalo. Lo haría con un golazo de James Rodríguez de cabeza tras pase de Marcelo. El colombiano anotaba así su séptimo gol en liga con la casaca blanca. Poco a poco, venciendo al frío que reinaba en la tarde madrileño, el Madrid fue encontrando los huecos en la ordenada defensa de los de Moyes. A punto estuvo de voltear el marcador Benzema tras una asistencia sensacional de James, pero Rulli lo evitaría de forma magistral. Pasada la media hora, la remontada iba a culminarse por fin. Ramos cazaba un nuevo rechace de Rulli y la mandaba a guardar para llevar la tranquilidad a la grada.

La anécdota de la primera parte sin embargo no llegó en forma de gol. Muchas han sido las voces que han acusado de individualista a Gareth Bale en los últimos tiempo tras un par de jugadas en las que no pasó a Cristiano Ronaldo. Hoy, volvió a protagonizar una ocasión que acabó errando por no dejar que James rematase, llevando el sonido de viento a la tribuna del Bernabéu. Eso sí, el galés saldó su deuda a poco de comenzar la segunda parte, dando el pase de la muerte para que Benzema hiciese el tercero de los blancos.

A raíz de ahí, el Madrid tuvo alguna que otra ocasión más jugando a medio gas, hasta que Benzema apareció en los minutos finales para dejar la maravilla de la tarde. Con un derechazo espectacular con el interior de su pierna derecha, el francés clavaba el cuarto. Nueva victoria de los de Ancelotti que les sirve para mantener el liderato una jornada más. El miércoles reciben al Sevilla en un partido aplazado que puede colocarles a cuatro puntos del Barcelona.

Por: Álvaro Jimenéz, corresponsal Diario El Universo en Madrid. En Twitter @AlvaroJimSeg