Desconocida para algunos, la brasileña vino a Bogotá a enderezar el camino hacia el éxito…y lo logró. Se coronó campeona del Claro Open Colsanitas WTA y del puesto 130 pasó al 81 en el ranking mundial.

Oriunda de Santana Do Ipanema, esta tenista de 26 años arribó a Colombia con la firme intención de recuperar las posiciones que perdió en el ranking de la WTA, luego de una lesión que la alejó de las canchas durante casi un año.

Sin ser favorita, 130 del mundo, casi marginada del radar tenístico, emprendió esta aventura a tierras colombianas con Renato: su hermano, entrenador, manager, jefe de prensa, entre otras funciones, con la ilusión de hacer un buen papel e ir recobrando su nivel que en el 2013 la llevó a ser la número 87, su mejor escalafón hasta hoy.

Su primer reto fue en Medellín, donde consiguió el título del Seguros Bolívar Open, competencia que hace parte del ITF Women’s Circuit (una especie de ‘segunda división’ del tenis femenino). Pero, sin duda, su mayor objetivo era la edición 23 del Claro Open Colsanitas al ser un torneo WTA: mayor puntaje, prestigio y dinero.

Fue así como inició su camino frente a la italiana Francesca Schiavonte, campeona de Roland Garros en 2010. Un examen complicado que superó con sorprendentes parciales de 6-1 y 6-4.

Sus siguientes escollos fueron la española Lourdes Domínguez (120 del mundo); la luxemburgués Mandy Minella (195); la ucraniana Elina Svitolina, número uno del torneo y favorita (27); y Yeroslava Shvedova (75), de Kazajistán, a quien derrotó en la final en dos sets corridos por 7-6 y 6-1.

De esta manera, la ‘carioca’ se convirtió en la primera tenista brasileña en conseguir un título de torneo WTA en los últimos 27 años, luego que su compatriota Nelge Dias lo consiguiera en 1988 en el Abierto de Barcelona.

A este título se le suman sus 22 anteriores en torneos del ITF Women’s Circuit y dos semifinales en torneos WTA (en 2013 la alcanzó en este mismo escenario).

Ahora, número 81 del mundo, producto de los 280 puntos conseguidos en el Claro Open Colsanitas, y con US$43.000 en sus bolsillos, Pereria se prepara para el segundo Grand Slam del año, Roland Garros, en el que espera demostrar porque conquistó la ‘tierra batida’ colombiana.

CAMILO RINCÓN THERMIOTIS
@Thermiotis