Leonard Nimoy fue mucho más que el Señor Spock, o al menos eso intentó dejar en claro durante toda su vida. Tarea difícil despegarse de la figura del mítico vulcano de la serie televisivaStar trek (Viaje a las Estrellas) y las doce películas que le precedieron ya que su éxito en el público fue arrollador. Este viernes se conoció la noticia de su fallecimiento causando gran tristeza entre sus millones de fans.

Su vida, desde el comienzo, estuvo marcada por el arte. Hijo de padres judíos inmigrantes provenientes de Ucrania, empezó con la actuación de niño en Boston, luego accedió a diversos papeles en películas y obras de teatro en ascenso. Pero en tiempos poco felices, debió realizar otro tipo de trabajos para poder subsistir, lo cual ya determinaba su versatilidad: encargado de edificio, limpiador de peceras, taxista, hasta adquirió el grado de sargento en el ejército de Estados Unidos luego de dos años de estadía.

En los '60 hizo diversas actuaciones para Gene Roddenberry, el creador de Star Trek, quien supo que Nimoy era el hombre ideal para personificar a su querido Señor Spock. Así lo fue, sobre todo cuando en la cadena NBC le pidieron que quitara ese personaje por considerarlo "demasiado inhumano"; el director insistió en dejarlo ya que era el alma de la serie. Tiempo más tarde su predicción se efectivizó claramente.

El éxito de la serie ya es harto conocido, no sólo en la televisión sino después en el cine. Pero Leonard Nimoy sentía que su personaje estaba totalizando su futuro entonces decidió jugar fuerte. Escribió una polémica biografía denominada Yo no soy Spock (1977) donde, como narrador, dialoga con el personaje. En una entrevista contó sobre su relación de amor-odio con Spock: "Pasé por una crisis de identidad definitiva. La pregunta era si aceptar al Señor Spock, o luchar contra la embestida del interés público. Ahora me doy cuenta que realmente no tenía ninguna opción en el asunto".

Cuando le ofrecieron formar parte de la tercera saga, declinó la propuesta. Estaba seguro de que su camino debía abrirse en otros ámbitos. Pero luego de pensarlo mucho tiempo, les sugirió a los productores dirigir la película. El éxito fue rotundo, tanto que se hizo cargo de la dirección en el cuarto film.

Además de Viaje a las Estrellas -como fue traducida en América latina, dirigió Tres hombres y un bebé (1985) y el video de la canción Going Down to Liverpool de la banda californiana The Bangles. También actuó en diversos films de todo tipo e incursionó en la fotografía artística –usaba tonalidades en blanco y negro- y la poesía; incluso en la música al ponerle su voz a la canción La balada de Bilbo Bolsón compuesta en homenaje al personaje de El hobbit.

Luego de superar su extraña relación con el popular personaje de Star Trek, escribió en 1995 la continuación de su biografía y la llamó Yo soy Spock como una manera de mimetización.

La perseverancia de Nimoy por trascender al Señor Spock fue posible ya que su carrera artística estuvo llena de variantes y curiosidades. Lo imposible es negar que esta figura de ficción es uno de los personajes más populares de la historia de la cultura norteamericana.