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Una persona es mucho más sana cuando tiene un gato

EFE  |  28 de marzo de 2015 (04:02 h.)
Gato Bebe

Estudios demuestran que los felinos son uno de los mejores animales de compañía.

Al parecer, no todos los guardianes de nuestra salud física y mental son humanos. Algunos de estos “médicos” alternativos ronronean y maúllan, caminan silenciosamente sobre patitas almohadilladas y tienen afiladas garras y largos bigotes.

“En general, una persona es mucho más sana cuando tiene un gato. Existen estudios suficientes para afirmar que tener uno de estos animales beneficia la salud”, explica el profesor español Francisco Cuatrecasas, autor del libro Gato-terapia.

Para Cuatrecasas, especialista que ha desarrollado la acupuntura emocional y dirige el centro Uimec de Medicinas Complementarias, los gatos son uno de los mejores animales de compañía y, “también, como mucha gente cree, son mágicos”.

“Ya los utilizaban las antiguas hechiceras y los chamanes porque los conectaban con el mundo místico, o al menos eso creían. Estaban presentes en los monasterios budistas para mejorar la meditación y, en algunos países, existen terapeutas que los utilizan como medio de autoayuda para personas estresadas”, dice.

Según Cuatrecasas, en EE. UU. se hizo un estudio comparativo entre 2 grupos de personas mayores, comprobándose que aquellas que eran dueñas de gatos se sentían menos solas, ansiosas y deprimidas que las que no convivían con ellos.

“En la Universidad de Pennsylvania realizaron un estudio con dueños de animales de compañía que habían sido hospitalizados por enfermedades cardíacas, incluyendo infartos. Al cabo de un año de seguimiento, concluyeron que los pacientes que tenían una mascota demostraron mayor mejoría que aquellos que carecían de animales domésticos”, añade.

“También se ha demostrado que gatos y perros son capaces de reconfortar a personas desconsoladas por la pérdida de su pareja”, añade el autor de Gato-terapia.

“Los gatos también procuran apoyo a adultos y niños sanos, ayudándoles a desarrollar una mayor seguridad y autoestima, y el amigable contacto con el felino reduce el estrés en sus dueños, que se distienden y tranquilizan”, dice Cuatrecasas, quien agrega que se ha verificado su acción benéfica en personas discapacitadas en casos de autismo, síndrome de Down, hiperactividad infantil, y desórdenes de la conducta.

Este experto recuerda que, por ejemplo en España, la Fundación Purina dispone de programas de tratamiento para niños autistas o con problemas de comportamiento psicológico y se ha comprobado que mejoran en las terapias que incluye a los gatos.

“Se han observado también beneficios físicos como la reducción de la presión sanguínea en personas con hipertensión, aumento del índice de supervivencia de los pacientes que han tenido algún episodio cardíaco y descenso de los niveles de colesterol y del estrés”, según Cuatrecasas.

Así que, puntualiza el autor, los propietarios de gatos tienen menor probabilidad de morir a causa de un infarto.

Equilibran la energía

Según la filosofía china, en el universo existen dos fuerzas o energías fundamentales opuestas y complementarias, presentes en todas las cosas: el ‘yin’, que es el principio femenino, la tierra, la oscuridad, la pasividad y la absorción; y el ‘yang’, que es el principio masculino, el cielo, la luz, la actividad y la penetración.

Francisco Cuatrecasas señala que “los gatos tradicionalmente han sido considerados animales mágicos y aman la energía negativa ‘yin’, que es mala solo en exceso, pero es perfecta para relajarse”.

Además, estos animales “tienen una cierta facultad telepática, ya que saben cómo están sus amos, sobre todo cuando están enfermos; es decir, faltos de energía ‘yang’ ”, según el autor de ‘Gato-terapia’.

“Un cuerpo necesita la energía ‘yang’ para estar vivo y si hay exceso de ‘yin’ una persona está floja, deprimida, sin ganas de hacer nada”, explica. Durante el día, los gatos absorben y gustan de la energía ‘yin’, por esto los lugares donde duermen no son recomendables para las personas, ya que allí se quedarían amodorradas”.