Los pagos con tarjetas débito y crédito van en aumento, pero su dinámica se está viendo afectada por obstáculos de tipo normativo que impiden que más negocios los acepten a cambio del dinero en efectivo.

Solo las compras de los colombianos con tarjetas en los distintos comercios del país sumaron 4,7 billones de pesos en los primeros nueve meses del presente año, según cifras de la Superintendencia Financiera.

El presidente de Credibanco, Gustavo Leaño Concha, dice que el crecimiento de esta industria estará rondando el 12 por ciento en el año completo, en tanto el de esa marca será de 15 por ciento.

Este crecimiento se debe en buena medida al aumento de la red de comercios que cada día están aceptando las tarjetas como medio de pago en lugar del efectivo. Las mismas cifras de la Superfinanciera indican que en la actualidad hay instalados en el país más de 304.000 datáfonos.

A esto hay que sumarle los 65.543 corresponsales bancarios (CB) que existen en Colombia y que permiten que las personas que viven en regiones apartadas puedan realizar todo tipo de transacciones financieras a través de datáfonos.

Por el contrario, las ventas con tarjetas débito y crédito de las grandes superficies cayeron del 51 a 33 por ciento en la última década, en buena medida por la velocidad de llegada de cadenas medianas y comercios pequeños, lo que les ha restado participación a las cadenas, agregó Gustavo Leaño Concha, de Credibanco.

Por ejemplo, pequeños comercios, como tiendas y droguerías, pesan el 67 por ciento en la industria de los pagos con medios electrónicos, muy distinto a lo que ocurría una década atrás, cuando las grandes superficies eran las que concentraban el mayor volumen de ventas con el llamado ‘dinero plástico’.

El presidente de Credibanco también dice que hoy cerca de 35.000 taxis ofrecen la posibilidad de pagar sus servicios con dinero plástico. Pese a esto, y a que se estima que en el 2015 la industria de los medios de pago crecerá un 13,5 por ciento en número de transacciones, hay mucho temor por los efectos que tendrá la reforma tributaria, particularmente sobre la dinámica de este mercado.

En su opinión, el actual marco normativo impide que más comerciantes pequeños opten por recibir las tarjetas en sus negocios porque esto les genera costos. Sin embargo, el tema se puede complicar aún más con la iniciativa impositiva que se discute en el Congreso de la República.

“En la reforma tributaria que se discute hoy se mantienen tres elementos que son perjudiciales para el desarrollo de la inclusión financiera y la formalización de los comercios, como el 4 x 1.000, la eliminación de la devolución de los dos puntos del IVA a los consumidores y aplazar la implantación de los beneficios tributarios a los pagos electrónicos, que iniciaría en forma en el 2014 y que permitía a las empresas, que realizaran pagos electrónicos, deducirlos de los gastos, con lo cual obtendrían un efecto en la renta”, explicó.

A eso se suma el hecho de que los comerciantes deben hacer las retenciones de IVA, ICA y Renta cuando se producen pagos con tarjeta, lo cual juega en contra del fomento de los pagos electrónicos y la tecnología en los negocios.

Por: Carlos Arturo García.