00:17 h. miércoles, 24 de abril de 2024
Maria Eugenia Rinaudo

Biodiversidad, base para el desarrollo de Colombia

Licenciada en Estudios Ambientales.

Maria Eugenia Rinaudo | 26 de mayo de 2015

La biodiversidad constituye un vector fundamental en la dimensión ambiental, económica y social de una nación. Dependemos estratégicamente de los servicios ambientales generados a través del balance de la biósfera, sin embargo, esta relevancia ha sido sub-valorada y es notable observar la destructiva relación de los diferentes estamentos de la sociedad hacia la naturaleza.

Biodiversidad

Thomas Friedman -autor del libro “Caliente, plana y abarrotada”- hace referencia que, para nuestra economía y desarrollo es más fácil tumbar un árbol que dejarlo en pie. Vivimos bajo el diseño de un modelo fósil-dependiente, extractivista y consumista. ¿Puede el desarrollo dejar de implicar destrucción?. Sin naturaleza no habrá futuro que valga, por lo tanto la raza humana pendería literalmente de un fino hilo para asegurar su propia subsistencia y, a pesar de que la ecología dinamiza la economía, en Colombia -uno de los países más megadiversos del mundo-, se sigue sub-valorando a la biodiversidad como fuente de sostenimiento y el medio ambiente representa el quinto lugar en preocupación de los colombianos, según la Encuesta Nacional Ambiental 2015.

Thomas Friedman -autor del libro “Caliente, plana y abarrotada”- hace referencia que, para nuestra economía y desarrollo es más fácil tumbar un árbol que dejarlo en pie. Vivimos bajo el diseño de un modelo fósil-dependiente, extractivista y consumista. ¿Puede el desarrollo dejar de implicar destrucción?. Sin naturaleza no habrá futuro que valga, por lo tanto la raza humana pendería literalmente de un fino hilo para asegurar su propia subsistencia y, a pesar de que la ecología dinamiza la economía, en Colombia -uno de los países más megadiversos del mundo-, se sigue sub-valorando a la biodiversidad como fuente de sostenimiento y el medio ambiente representa el quinto lugar en preocupación de los colombianos, según la Encuesta Nacional Ambiental 2015.

¿Por qué no dependemos de la biodiversidad colombiana como modelo de desarrollo?. El patrimonio natural de la nación, el cual no es solo de Colombia, sino de toda la humanidad, debe ser visto como un insumo que permita un nuevo modelo de desarrollo basado en la sostenibilidad con una visión a futuro; construyendo fortalezas ante los nuevos escenarios climáticos del país, reduciendo las tasas de deforestación y “reconectando” la relación de las sociedades con la naturaleza -principio de la Constitución “ecológica” de la República de Colombia-. La PNGIBSE (Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y de sus Servicios Ecosistémicos), formulada en el 2012 demuestra como Colombia tiene la capacidad de medir su desarrollo en base al capital natural, sin embargo, las estrategias transversales del actual Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018, no se articulan de forma positiva respecto a indicadores sobre pérdida de biodiversidad o creación/intensificación de los conflictos socio-ambientales, tal y como lo manifiesta el Instituto Humboldt.

Un país donde las ciudades ocupan el 2% del territorio, pero las mismas usan el 75% de los recursos naturales, está construyendo una altísima vulnerabilidad a futuro debido al cambio climático, crecimiento poblacional y modificación del paisaje, creando una alta dependencia ecológica. Es tiempo que Colombia centre sus esfuerzos de desarrollo en la valoración de su biodiversidad, ya que a la hora de la verdad, dependemos de ésta para subsistir. Hoy día existen numerosas decisiones de protección y aprovechamiento ecológico tales como la estrategia de conservación del Rio Bita, la consolidación como áreas protegidas de Chiribiquete, Inírida y Bahía Portete o la creación del Corredor Ecológico, por mencionar solo algunas, pero, al mismo tiempo se atenta contra estos logros al no darle el justo reconocimiento a la biodiversidad colombiana, cometiendo “amputaciones ecológicas y sociales” como lo manifestó hace poco el Dr. Manuel Rodríguez, Primer Ministro Ambiental de Colombia. Mejorando las acciones claves para la conservación y aprovechamiento sostenible de la biodiversidad colombiana, se estará también disminuyendo los niveles de pobreza, adaptando a los efectos del aumento de las temperaturas globales y construyendo resiliencia social para el futuro. Con tantas brechas existentes, debemos garantizar la construcción de puentes que aseguren la paz y la equidad social, basados en un desarrollo nacional biocéntrico.

La sostenibilidad de la biodiversidad y servicios ecosistémicos debe ser un eje central en las decisiones que se tomen sobre el desarrollo territorial del país, priorizando dicha sostenibilidad por encima de las locomotoras minera o agropecuaria, tal como lo solicita la OCDE a Colombia; y en este sentido estoy segura que el “Plan de Acción de Biodiversidad en Colombia” -el cual será publicado próximamente por el Instituto Humboldt-, será una propuesta clave para el futuro desarrollo de Colombia. En este sentido, la investigación y conocimiento juegan un papel clave y por ende, se necesitan mayores recursos económicos y técnicos para propiciarlos. Se pueden lograr cambios positivos en la población colombiana solo si existe voluntad política y social de transformar los actuales paradigmas que rigen el mundo. Como dice el reconocido conferencista Pedro Medina, Colombia necesita pasar del “lo que pasa es que” al “qué pasaría si”…

Maria Eugenia Rinaudo
@rinaudomariae

Autores de opinión