El pasado 24 de julio se dio a conocer la historia de una conductora del SITP, la cual aseguraba que la habían violado mientras cubría una ruta por Puente Aranda. La ciudad indignada, cansados de la inseguridad en los medios de transporte, se solidarizó con esta mujer.
Las autoridades comenzaron la búsqueda de las personas presuntamente implicadas en este caso, desplegaron una gran cantidad de policías, para que buscara a estas personas y repartieran volantes que ofrecían una recompensa de hasta 10 millones de pesos a quien encontrara al acusado.
Pero todo esto fue una pérdida de tiempo. Una inversión incensaría por parte la policía, una burla a la indignación de los ciudadanos; pues la supuesta violación nunca existió.
¿Por qué lo hizo?¿que pasará con esta mujer? Son preguntas que aún no tienen respuesta, pues esta persona se niega responder. Por ahora el rechazo y los comentarios en las redes sociales de indignación no paran.
No podemos admitir que estas cosas sigan pasando, pues la ciudad tiene muchas más situaciones que necesitan una pronta respuesta por parte de la policía y por parte de los medios para alertar a la ciudadanía.
Daniela López Calle