La semana pasada le escuchábamos a Montealegre un nuevo regalito para los delincuentes: “la reducción de penas para los abusadores sexuales” quienes serían beneficiados con una ley si colaboran con la justicia.

En Colombia, mi estimado lector, según las últimas cifras del 2014 el abuso sexual es dramático: 5.354 niños fueron víctimas de abuso sexual, sin contar los casos vigentes que lleva este 2015. Recordemos que no se han contado los más de 5.709 niños que están reclutados por las FARC y que también padecen este inadmisible flagelo. Aún así, en medio de tan escalofriantes cifras, para el Fiscal, quien es el garante de hacer cumplir la ley en Colombia pareciera ésto no ser nada.

Señor Fiscal sus vínculos con SaludCoop en donde recibió la módica suma de 5000 mil millones de pesos no han sido explicados, como no han sido explicadas sus reuniones con congresistas para buscarle impunidad a las FARC mientras persigue de la manera más infame a respetados periodistas porque discrepamos de su deshonrosa gestión.

Al Presidente Santos junto a su Fiscal de bolsillo se le olvidó que, la verdadera bandera de la paz deben ser nuestros niños y niñas, que la paz comienza desde el respeto a la vida, desde el cumplimiento de la justicia, desde la entrega de todos los niños que son reclutados por los terroristas de las FARC, desde una seria asistencia por parte del Estado a los niños desprotegidos con un compromiso verdadero para no quedar a la merced de un despreciable abusador.

Señor Fiscal, recuerde que: el maltrato, el abuso y el silencio son unos de los asesinos más grandes que tienen este país. No los ampare.

@RonalPeriodista