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Cese de fuego indefinido, sin verificación, en manos de las Farc

El Tiempo  |  19 de diciembre de 2014 (01:03 h.)
Commander Ivan Marquez (C), head of the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC-EP) leftist guerrillas delegation for the peace talks with the Colombian government, reads a document to the media next to Commander Rodrigo Granda (L), and Commander Andres Paris at the Convention Palace in Havana on October 3, 2013, at the end of a new round of meetings with the Colombian government delegation. The Colombian government resumed peace talks with leftist rebels Thursday in a renewed bid to end nearly half a century of armed conflict. Negotiations, which began in November, picked up again in the Cuban capital following a two-week break.    AFP PHOTO/ADALBERTO ROQUE

Santos destacó como gesto de paz el cese del fuego, pero no aceptó verificación internacional.

El hecho de que el presidente Juan Manuel Santos no aceptara la verificación internacional para el cese del fuego unilateral e indefinido que anunciaron las Farc el miércoles, dejó en manos de esta guerrilla la decisión de mantener su gesto de paz aunque no cuente con una veeduría externa.

El grupo armado había propuesto a Unasur, la Celac y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) como verificadores y había dicho que con uno solo de estos organismos que manifestara su disposición a asumir el papel, el cese del fuego comenzaría a primera hora del sábado, 20 de diciembre. También había hecho la salvedad de que sería indefinido si los guerrilleros no eran atacados por la Fuerza Pública.

Tras valorar “el gesto” de las Farc de cesar el fuego de manera indefinida, el presidente Santos sostuvo que aún no es el momento para permitir una veeduría internacional sobre las decisiones que se tomen en el proceso y advirtió –con tono enfático– que la Fuerza Pública no cesará en el cumplimiento de su deber constitucional que, entre otras cosas, implica combatir a los actores armados ilegales.

Santos comparó el ofrecimiento de las Farc con “una flor con un tallo lleno de espinas”, por las dificultades que representa para el Estado.

Hasta este jueves la guerrilla no se había pronunciado sobre la posición del Gobierno, lo que, por supuesto, despierta la inquietudsobre si está o no dispuesta a materializar su anuncio.

“Vamos, eso sí, a analizar muy bien el avance y el cumplimiento de este cese del fuego, porque me parece que es un buen paso inicial. Debe completarse, complementarse, con otros gestos de paz, otros gestos de generación de confianza, que se han venido discutiendo para que sigamos avanzando en la dirección correcta”, precisó Santos en una declaración desde Quibdó (Chocó).

Añadió que “ni el Presidente de la República ni ningún miembro de las Fuerzas Armadas puede dejar de cumplir con la Constitución y con las leyes de Colombia, que nos obligan a defender la seguridad y las libertades de todos los colombianos en todos los rincones de la patria. Por ningún motivo vamos a renunciar, ni a hacer excepciones en el cumplimiento de esa obligación”.

Por otro lado, el Jefe de Estado valoró como positivo el acto de perdón que las Farc hicieron este jueves con las víctimas de la masacre de Bojayá (Chocó), en la que en el 2002 murieron 79 personas por un cilindro bomba lanzado por esa guerrilla.

Para la Casa de Nariño y para los negociadores del Gobierno estos “son gestos de paz y fundamentales” para consolidar el fin del conflicto y darle credibilidad al proceso de paz entre la opinión pública.

“Creemos que estamos avanzando bien”, precisó el Jefe de Estado, quien añadió que “eso nos permite irnos acercando al objetivo del cese del fuego bilateral y definitivo, que es cuando firmemos los acuerdos”.

El punto 3 de la agenda de negociación de La Habana, denominado fin del conflicto, es parte de lo que hace falta por discutir en la mesa de diálogos, pero ya se han dado avances en cuanto a qué tipo de medidas se podrían implementar para desescalar la intensidad del conflicto armado.

Diferentes analistas coincidieron en que, sin embargo, el cese unilateral como está planteado por las Farc hace que sea de difícil cumplimiento, pero resaltaron –como lo hizo Santos– la intención de dar ese paso porque contribuye a consolidar el respaldo al proceso de paz.

“Este es un buen inicio para un proceso de desescalamiento de las hostilidades en el territorio nacional”, dijo el Gobierno en un comunicado.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, dijo que espera que “cumplan y dejen de cometer atentados terroristas, de extorsionar, la minería criminal y el reclutamiento de niños”.

En el alto Gobierno confían en que las Farc cumplirán su palabra y desde este sábado cesarán unilateralmente sus actividades militares, pero también son conscientes de que hasta que la guerrilla no reitere su compromiso ese paso queda en suspenso.