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Cinco familias permanecen a la esperan de liberaciones de secuestrados

El Tiempo  |  22 de noviembre de 2014 (00:45 h.)
Colombian chief government negotiator Humberto de la Callegive (R) speaks during a press conference with leftist FARC rebels  at the Hurdalssjoeen Hotel in Hurdal, north of Oslo, Norway, on October 18, 2012 to officially kick off their first peace negotiations with the in a decade. The negotiations held in a bid to end almost 50 years of bloodshed are then moving to Havana next week for a second round of talks.
AFP PHOTO / JORGEN BRAASTAD

Avanzan operaciones humanitarias. Ministro de Defensa dice que se mantiene despliegue militar.

Cada hora que transcurre está cargada de tensión para las cinco familias que esperan con ansiedad el regreso de sus seres queridos que fueron secuestrados por las Farc en Arauca y Chocó.

En Bogotá permanece la familia del general Rubén Darío Alzate; en Chocó, la de la abogada Gloria Alcira Urrego. Y en la vereda Paradita, del municipio de Mutiscua, Norte de Santander, se encuentran los parientes del cabo primero Jorge Rodríguez Contreras. Los tres fueron secuestrados el pasado domingo en el corregimiento Las Mercedes, en Quibdó, por el frente 34.

Entre tanto, en el Carmen de Bolívar (Bolívar) están la mamá y los hermanos del soldado profesional Paulo César Rivera Capella; y en La Virginia (Risaralda), los seres queridos del soldadoJhonatan Andrés Díaz Franco. Los soldados fueron secuestrados en Tame (Arauca), el nueve de noviembre pasado.

Las cinco familias están aferradas al anuncio que los gobiernos garantes del proceso de paz hicieron, el miércoles, sobre la liberación de los secuestrados como muestra de paz de las Farc.

Jorge Bermúdez, esposo de la abogada Gloria Urrego, dijo que tiene su maleta lista para regresar a Bogotá para retornar a su hogar con su mujer, quien es la asesora de proyectos especiales de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, de la que es comandante el general Alzate.

Él se encuentra en Quibdó (Chocó) atento a las operaciones militares, lo mismo que a las gestiones que realizan el Comité Internacional de la Cruz Roja. “Es muy duro esperar. Pero me dijeron que el regreso de ella está cerca. Me imagino cómo vendrá, sin comer, sin bañarse y cansada de correr por la selva. Ella es una mujer de ciudad, que nunca había estado en la selva”, dijo Bermúdez.

Por su parte, Claudia Farfán, esposa del general Alzate, organizó con los suyos una misa. Cuenta que ha puesto en manos de la Virgen María, a la que asegura es devoto el alto oficial, el feliz término de la operación humanitaria que lo traerá de regreso. “Sé que él también está orando, porque a donde quiera que va lleva una estampa de la Virgen, a quien siempre ha puesto toda su fe, y sé que ella lo está protegiendo”, dice.

A pesar del momento difícil que atraviesa asegura que está tranquila, porque confía en que tanto el Ejército como la Cruz Roja Internacional harán lo que tienen que hacer para proteger la vida de los raptados.

Mientras tanto, en el departamento de Arauca también avanzan los operativos para el rescate de los dos soldados profesionales. Al igual que en Chocó, se dan al tiempo las labores humanitarias de la Cruz Roja Internacional, que se espera sea el organismo que reciba a los secuestrados.

Alejandra María Capella, madre del soldado Rivera, aseguró que está rezando para que el mayor de sus hijos vuelva a casa.

“Le tendré preparado lo que más le gusta, un sancocho de gallina”, expresó. Y Martha Franco, abuela del soldado Díaz, asegura que ya ha quemado dos velas como ofrenda a la Virgen para que le traiga con vida a su nieto.

Son cinco hogares a la espera de las liberaciones, de las que, dicen, no tienen mayores detalles ni de las operaciones ni de cómo están sus seres queridos. Todos están a la espera del gran anuncio de libertad, como muestra de paz de la guerrilla.