El exalcalde de Bogotá Antanas Mockus siguió este martes en el ojo del huracán por cuenta de un contrato que suscribió el año pasado con el Gobierno Nacional.

La polémica se desató luego de que el uribismo reveló un contrato por 480 millones de pesos para Corpovisionarios, organización que lidera Mockus, en el cual uno de los ítems contempla “invitar a una movilización ciudadana que promueva el respaldo social ante las conversaciones que adelanta el Gobierno y las Farc en La Habana”.

El lío es que el excandidato presidencial está promoviendo una marcha por la vida para este 8 de marzo.

Mockus tuvo que salir a los medios de comunicación a decir que no ha recibido un solo peso para la realización de su jornada y que esta marcha no tiene nada que ver con el proceso de paz.

Sin embargo, fundamentalmente a través de las redes sociales, Mockus, quien ha sido considerado como un símbolo de la lucha contra la corrupción en el país, fue objeto de duros cuestionamientos.

“Doctor Mockus, no nos invite a marchas por cuya promoción Santos le paga a usted”, le escribió el senador Álvaro Uribe en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, en su defensa salió el propio presidente Santos. “Profesor Antanas Mockus: hoy más que nunca persevere en su lucha por la vida y la reconciliación. Colombia sabe de su integridad”, trinó.

De todas maneras, el líder de Corpovisionarios, en diálogo con EL TIEMPO, insistió en que el contrato se terminó el 30 de diciembre de 2014, por lo que no puede ser un pago por la marcha de marzo.

Mockus, además, señaló que si la Presidencia le levanta la cláusula de confidencialidad del contrato de Corpovisionarios puede mostrar qué se hizo, qué juegos se estaban recomendando, qué talleres se estaban haciendo y qué sondeos se estaban haciendo.

“Ahora resulté yo pidiendo una plata para organizar una marcha que es totalmente independiente de la Presidencia. Yo no soy el que firmó los contratos, eso debe quedar claro”, agregó.

Al referirse al contrato con la Presidencia, y a otro por cerca de 700 millones, dijo que “la suspicacia causa probablemente más dolor al país que la que puedan haber causado los grupos delincuenciales”.