Uno de los inmensos dones que se nos ha entregado, ha sido el poder comunicarnos; expresarnos a través de nuestras expresiones corporales, de la palabra, los gestos, del silencio.

Son muchas las mujeres y hombres que durante los últimos años han sido atacados con diferentes ácidos, los cuales han quedado marcados en sus rostros y cuerpos. Es una muerte en vida la que infringe el atacante a su víctima. A continuación algunos de los casos más visibles de este drama.

Ha escuchado alguna vez “Claro de Luna”, composición musical de Ludwing van Beethoven, conociendo de que se trata esta canción? Tal vez muchas veces ha escuchado esta canción sin saber toda su historia. Me permitiré contarle un poco de esta gran pieza.

El pasado 7 de marzo de 2014 el Papa Francisco en una audiencia de Párrocos de Roma, confesó que había robado del ataúd de un amigo suyo, Sacerdote, un crucifijo. Esta manifestación controversial, se suma a las acostumbradas revelaciones que hace el Sacerdote en torno a su vida, y con las cuales pareciera querer mostrar su lado humano; como cuando en el mes de noviembre de 2013 divulgó que era pecador como todas los demás personas, y por eso debía confesarse al menos cada 15 días.

La nación Ucraniana ha sufrido en los últimos meses una desatada violencia, enmarcada por la disputa originada entre quienes desean hacer parte de la Unión Europea (occidente) y los que quieren continuar unidos al Socialismo de Rusia (oriente).